José Arista, el nuevo ministro de Economía de Perú con estudios en Chile
El jefe de la cartera deberá reimpulsar a una de las naciones más golpeadas por la pandemia, que espera un desplome del PIB de 13,9%, según proyecciones del FMI.
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Tiene experiencia política, pero también es validado por los técnicos. José Arista Arbildo es la apuesta del nuevo presidente de Perú, Manuel Merino, para consolidar la reactivación económica del país, en medio de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus y cuando el panorama político y social se ve cada vez más oscuro.
Con 61 años, el economista llega a un cargo nuevo, pero el gobierno no es un lugar para él. Su puesto más reciente fue en la administración de Pedro Pablo Kuczynski, cuando en 2018 conformó el denominado “Gabinete de la Reconciliación”, al cual Arista se integró por algunos meses como titular de Agricultura.
Previamente, había ocupado varios cargos en la cartera que ahora lidera, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Su punto más alto fue durante el segundo mandato de Alan García, cuando entre 2006 y 2010 se desempeñó como viceministro de Hacienda. Pero, con anterioridad, había asumido dos veces como director nacional de Presupuesto Público, en el ejercicio 1990 y en 2005.
Previamente, pasó años ayudando a conformar -y con posterioridad trabajando en ellas- agencias gubernamentales dedicadas a temas tributarios, y fue consultor de la misma materia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en sus inicios se desempeñó durante siete años como analista económico del Banco Central de Reserva del Perú (BCPR).
“Su conocimiento de política económica, política fiscal y política tributaria es bastante amplio”, comenta el economista Luis Alberto Arias, quien ha trabajado de cerca con Arista en tres oportunidades desde la década de 1990: en la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y recientemente en el Banco de la Nación, entidad que Arias presidía y de la cual Arista formaba parte del directorio.
El también antiguo viceministro de Hacienda afirma que Arista “profesionalmente es una persona de primer nivel”. Dice que “tiene todas las calificaciones para ser ministro de Economía” y refuerza que “no solo es un técnico destacado, sino que también ha asumido un rol político”.
En 2010 el nuevo ministro se postuló para la presidencia regional de Amazonas, donde resultó victorioso y asumió en 2011, por cuatro años.
Formación extranjera
Para Arista, su formación fue fundamental, y Chile fue clave en ese proceso. Licenciado en Economía en la Universidad Católica de Perú, en 1986 se trasladó hasta Santiago, donde cursó una especialización de un año en la Universidad Católica.
El Curso Interamericano en Preparación y Evaluación de Proyectos de Inversión (Ciapep), dirigido por Ernesto Fontaine, le entregó herramientas para lo que más adelante sería su gestión en agencias de gobierno, y fue el paso anterior a su llegada a Estados Unidos.
Concluido su paso por la UC, viajó hasta la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde estudió una maestría en Economía, para luego volver a su país natal.
Desafíos políticos
Hasta la semana pasada, Arista era consultor de servicios financieros en la Corporación Andina de Fomento (CAF), pero ahora, enfrenta la difícil tarea de reactivar la economía.
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) -realizadas antes de la destitución de Vizcarra-, Perú sería la economía más golpeada de la región por la pandemia -superada solo por Venezuela-, con un desplome del Producto Interno Bruto (PIB) de 13,9% este año, casi cinco puntos porcentuales por sobre la caída esperada para sudamérica. El rebote, en tanto, sería de 7,3% el próximo año.
Sin embargo, lo político juega un rol clave para la nueva administración. “El principal desafío es la naturaleza política”, dice Arias, quien explica que en el último año y medio, el Congreso “ha estado aprobando proyectos y leyes que han puesto en riesgo la estabilidad de la política fiscal, de las finanzas públicas del país, es decir ha habido un divorcio entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo”.
Por lo mismo, afirma que “su principal desafío es mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas y para eso va a tener que convencer al Congreso”.